Ostende
Ostende
El paisaje original
Frente al litoral marítimo se extendía un cordón de dunas que, al amanecer, adquiría tonalidades doradas y se desplazaba lentamente bajo la acción del viento. El entorno estaba acompañado únicamente por el rumor constante del mar y el silbido de las cortaderas que crecían en las zonas bajas.
Estas dunas conformaban los campos conocidos como Los Montes Grandes de Juancho, pertenecientes a Don Martín de Álzaga, terrateniente de avanzada edad que en 1862 contrajo matrimonio con Felicitas Guerrero, joven de dieciséis años, célebre por su belleza.
La herencia de Felicitas Guerrero
Tras el fallecimiento de Don Martín en 1870, Felicitas heredó estas tierras, integradas a las estancias Bella Vista, La Postrera y Laguna de Juancho. Sin embargo, poco tiempo después, la joven fue víctima de un crimen pasional que le costó la vida. A partir de entonces, sus padres —Don Carlos José Guerrero y Doña Felicitas Cueto de Guerrero— recibieron la herencia.
Al producirse el deceso del matrimonio Guerrero, las propiedades pasaron a los hermanos de Felicitas. Entre ellos, Don Manuel Guerrero obtuvo las tierras que se extendían hasta el mar.
La llegada de los pioneros belgas
En 1908, los ciudadanos belgas Fernando Robette y Agustín Poli adquirieron las tierras costeras a Don Manuel Guerrero con el propósito de proyectar una ciudad balnearia moderna, inspirada en la localidad homónima de Bélgica, Ostende, cuyo nombre significa “Fin del Este”.
Las primeras obras
Instalado en la región, Robette impulsó diversas iniciativas para materializar el proyecto. Se construyeron un muelle y el Hotel Termas, y ese mismo año comenzó la edificación de la Rambla Sur, concebida como un extenso paseo costero.
Los trabajos resultaron arduos: a las inclemencias del clima se sumaba la dificultad logística de trasladar todos los materiales de construcción desde Buenos Aires. El vapor Cabo Corrientes fue uno de los buques utilizados en dichas operaciones.
La fundación de Ostende
Finalmente, el 6 de abril de 1913 se celebró la ceremonia oficial de fundación de la ciudad de Ostende, acontecimiento que marcó el inicio de su desarrollo como enclave turístico de relevancia en la costa atlántica argentina.